Como “una larga y sinuosa cicatriz”, visible tanto en los afanes de quienes han cruzado con éxito “al otro lado”, como en la esperanza de aquellos que se arriesgan a todo intentando mejorar su porvenir, así se representa la frontera entre nuestro país y los Estados Unidos de América, desde los ojos y la lente de Francisco Mata Rosas (Ciudad de México, 1958).
Esa compleja geografía de más de tres mil kilómetros, retratada desde sus paisajes y desde los rostros de quienes a diario intentan vencerla, es el hilo conductor de La Línea, una de las más connotadas series de este artista visual, la cual ahora llega a la Sala Nacho López de la Fototeca Nacional mediante una exposición temporal homónima.
A inaugurarse este 5 de marzo a las 18:00 horas, en ese recinto perteneciente al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), con sede en la ciudad de Pachuca, Hidalgo, la exhibición se compone por 30 imágenes.
Cada una de ellas, comenta Juan Carlos Valdez Marín, director del Sistema Nacional de Fototecas (Sinafo) y de la Fototeca Nacional, relata lo crudo y trunco que puede llegar a ser el ‘sueño americano’.
Mata Rosas —agrega el investigador— captura con maestría “todas las dificultades que atraviesa la gente para buscar un mejor futuro en el lado norte de la frontera”, durante un periplo donde la ilusión, a menudo perdida, “perdura por medio de la imagen”.
El propio fotógrafo, autor de Litorales (2000) y de México Tenochtitlan (2005), entre otras producciones visuales, define a La Línea como un proyecto que rebasa el mero afán testimonial.
“No estamos ante el registro prosaico de una realidad que ya sabemos tormentosa, sino ante una sensibilidad capaz de construir la metonimia exacta del desamparo y la violencia fronterizos, a través de los vestigios que dejan los migrantes en su camino al norte, o de fijar el abandono de las zonas carcomidas por el narco a través de las ruinas y las tumbas que erizan el paisaje”.
En vista de lo anterior, la muestra temporal tiene una carga, la cual, si bien altera a su público por la crudeza y profundidad subyacente en la mirada crítica de lo retratado, también le invita a empatizar con el sentir de esos ‘otros’ que abandonan todo en persecución de una promesa, a conocer sus sufrimientos, sus hazañas y sus sueños que a veces mueren, pero también, en ocasiones, perviven y se cumplen.
La exposición La Línea podrá visitarse en la Sala Nacho López de la Fototeca Nacional del INAH (Casasola s/n, Ex Convento de San Francisco, Centro Histórico de Pachuca, Hidalgo) hasta el próximo 30 de abril, de martes a domingo, de 10:00 a 18:00 horas. La entrada es libre.
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